Rodrigo Domínguez

La diferencia entre complicado y complejo, debería de nacer de la voluntad de escuchar.

Desde la antigua Grecia al ahora mundo pandémico, el misterio de uno mismo varía según quién se refleja. Inscrito en el templo de Apolo en la ciudad de Delfos, se lee inscrito a un costado el maxim: “Conócete a ti mismo”. Una tarea cotidiana a primera vista, - ¿En verdad te conoces a ti mismo?
De joven, la mente circula constantemente por etapas de esperanza, duda, juicio y contemplación y viene la pregunta, - ¿Quién soy? - bombardeado constantemente por ideas, pensamientos y acciones de queridos allegados tanto como odiados desconocidos, todo esto como ingredientes que edifican o destruyen. ¿Qué heroico debe ser confrontar hordas de malas intenciones por miedo, ignorancia y recelo? Cuando en verdad, solo se quiere ser uno mismo. No por ellos, no por tal o cual, sino, por uno mismo. El individualismo es una gran verdad, a veces atrapada en la timidez pero guarda valentía, libertad plena. Es grande quien cayado libra batallas monumentales a solas, con gracia y paciencia.

Aquí Rodrigo, siendo libre.